sábado 1oh julio, Henri Terreaux partirá para su 26mi Tour de Francia consecutivo. Siempre con el mismo punto de estrés. Director del evento del operador de telecomunicaciones Orange, socio técnico del organizador Amaury Sport Organisation (ASO), asegura, con un equipo de unas cincuenta personas (técnicos, logísticos, choferes, etc.), la conexión en muy alta velocidad de la carrera ciclista más grande del mundo, desde la salida hasta la última meta, que este año es desde Bilbao, España, hasta París.
«Un corte de red de 1 milisegundo, y es un motín», se estremece el Sr. Terreaux, pensando en la ira de Patrick Chêne, comentarista del Tour de France Télévisions de 1989 a 2000. En 1999, privado de imágenes a pocos minutos de la llegada a la cima de una etapa de montaña por un problema técnico, amenazó con transmitir un mensaje al aire indicando que la pantalla negra era culpa del operador de telecomunicaciones. Un enlace satelital establecido con urgencia evitó la afrenta pública y, probablemente, salvó el trabajo del Sr. Terreaux.
Durante mucho tiempo, en el Tour, el trabajo de los técnicos del PTT y luego de France Télécom, los antepasados de Orange, consistía en reservar líneas telefónicas en hoteles o cafés cercanos a la meta para que los periodistas dictaran sus artículos a sus salas de redacción o salir al aire en las radios.
Una de las competiciones deportivas más vistas
Hoy, la imagen se ha convertido en la reina de la tercera competición deportiva más vista del mundo después de la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos: 41,5 millones de espectadores franceses en 2022 (audiencia acumulada para todas las veintiuna etapas), 150 millones europeos y varios cientos de millones en el resto del mundo. La Grande Boucle se transmite en 190 países, por 100 canales, incluidos 60 en vivo, algunos tan poderosos como el estadounidense NBC Sports. Desde 2022, la carrera es incluso objeto de una serie de Netflix, coproducida por ASO, cuya primera temporada de ocho episodios se emite desde el 8 de junio. Una segunda temporada será filmada este verano.
En cada una de las veintiuna etapas, cinco cámaras colocadas en motocicletas y dos cámaras a bordo de helicópteros no deben perderse nada de la carrera, al frente o detrás del pelotón, ni del patrimonio natural o histórico de las regiones. cruzado. Sobre ellos, un avión repetidor y un helicóptero dan vueltas en el cielo para recuperar las imágenes con parábolas antes de inyectarlas en la red Orange. Estos últimos no deben experimentar ninguna interrupción o latencia para enrutarlos a los coches de control de televisión.
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