“Abramos los Juegos de par en par. » No podemos culpar al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos (Cojop) y al gobierno por no haber puesto en práctica el lema de París 2024. Seguridad privada durante el evento de verano de 2024.
Una de ellas debería consistir en convencer a determinados empleados de los patrocinadores de los Juegos –los de Carrefour, por ejemplo– para que se presenten, ofreciéndoles la posibilidad de cualificaciones adicionales, mediante formación específica, y de recursos adicionales.
El enfoque ilustra el estado de emergencia en el que se encuentran París 2024 y las autoridades públicas, que deben garantizar que habrá 22.000 agentes de seguridad privada presentes en los sitios en el punto álgido del evento. Hasta la fecha, la cuenta no está allí.
En defensa de los organizadores de los Juegos y del gobierno, el problema de la escasez de personal existía antes de las necesidades expresadas para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos (OGD). Las condiciones de trabajo y las condiciones de remuneración en este sector no atraen, y la crisis del Covid ha salvado a muchos empleados de ser ahuyentados.
Ante esta situación, el gobierno ha “abierto de par en par” su búsqueda de armas. Porque, si primero buscaba traer de vuelta a aquellos que, teniendo título para ejercer esta profesión, ya no trabajan allí, pronto comprendió que esto no sería suficiente.
“Ya no podemos escondernos detrás de nuestro dedo meñique”
Mientras presionan a las empresas del sector para que aumenten los salarios y empleen más contratos indefinidos, las administraciones públicas llevan a cabo una ofensiva con otras «pools»: demandantes de empleo y estudiantes -el objetivo es atraer a 3.000- con un título de seguridad de evento simplificado creado para la ocasión , a través de la formación reducida a 106 horas (en lugar de 175).
La idea es también confiar en el ínterin y “buscar fortalezas complementarias (…) en los países de habla francesa »como se explicó a los diputados, el 1oh marzo, la ministra de Deportes y JOP, Amélie Oudéa-Castéra.
«Estamos a tiempo», aseguró, el 29 de marzo, Thomas Collomb, subdirector de seguridad de París 2024, refiriéndose a las licitaciones del sector de la seguridad privada. Doce días antes, la Comisión de Asuntos Culturales y Educación de la Asamblea Nacional había juzgado las acciones realizadas «demasiado tarde para que el sector pueda aportar el personal necesario». El gobierno aún no lo reconoce. Al menos secundariamente.
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