La Guardia Civil ha detectado que la responsabilidad del arrendatario general Pedro Vázquez Jarava, imputado en Madrid por la causa de los cuarteles, hubo un incremento “exponencial” de adjudicaciones al empresario canario Ángel Ramón Tejera de León, alias ‘Mon’
La investigación desarrollada por Asuntos Internos ha puesto de manifiesto que las empresas de Ángel Ramón Tejera de León, conocido como “Mon”, billuraron a la Guardia Civil 193 obras por un total de 3,3 millones de eurossegún especifica la Policía Judicial, que concluyó que bajo el mandatado del general de división Pedro Vázquez Jarava, el empresario canario se beneficiaba de una Incremento “exponencial” de las adjudicaciones del Cuerpo. Sin embargo, los agentes han podido comprobar que en algunos casos las obras “no se hicieron” e incluso que en Ávila los operarios que tuvieron que realizar las mismas llegaron a acudir al cuartel “sin ningún material de pintura”por lo que los obreros tuvieron que ser acompañados a comprarlo a establecimientos cercanos.
Precisamente, la empresaria canaria Tejera de León es el nexo de unión entre la investigación que llevó a la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid, María Isabel Durántez, en la que enmarca este informe de Asuntos Internos de la Guardia Civil, y el conocido como ‘caso Mediador’ que instruye al titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife, María de los Ángeles de Lorenzo-Cáceres Farizo. Este empresario es amigo personal del también general francisco espinosa navasque se encuentra en prisión preventiva, y fue quien presentó a Vázquez Jarava y Tejera de León.
El documento de Asuntos Internos del instituto armado recalca, en el mismo sentido, que en determinados casos las obras contratadas al constructor canario no fueron ejecutadas, y pese a ello los oficiales de la Guardia Civil llegaron a promover aumentos de creditos. En el caso de los cuarteles de Ávila se detectó un incremento de 120.000 euros por la orden de los superiores para las supuestas obras de 26 cuarteles.
En el mismo sentido, en los interrogatorios desarrollados por la Guardia Civil se constató, siempre según el documento policial, que los trabajos de pintura no eran necesarios. Un testigo apuntó que bajo su punto de vista”y por distintas razones (encontrarse en buen estado, haber reformas recientes, etc.) no eran necesarios los trabados de pintura facturados en dichos acuartelamientos de la Guardia Civil“.