Ha pasado menos de un mes desde que Bobby Petrino, el ex entrenador en jefe de Arkansas y Louisville, aceptó el puesto de coordinador ofensivo en la UNLV bajo la dirección del entrenador en jefe Barry Odom.
Petrino tomó otro trabajo en su lugar.
Se espera que Petrino se convierta en el coordinador ofensivo de los Texas A&M Aggies bajo la dirección del entrenador en jefe Jimbo Fisher, según ESPN. Y el movimiento es un poco sorprendente considerando que Fisher es uno de los últimos entrenadores en jefe en llamar a sus propias jugadas ofensivas.
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Pero ESPN agregó que Petrino, una de las mentes ofensivas más creativas del deporte, será el hombre que decida las jugadas el sábado. Sin embargo, es probable que Fisher siga estando muy involucrado en la ofensiva.
Fisher necesitaba una reorganización en algún lugar después de que los Aggies terminaron 5-7 y se perdieron un tazón por primera vez en 14 años mientras lidiaban con lesiones por aplastamiento y otras adversidades esta temporada. Fisher ingresará a su sexta temporada como entrenador en jefe de Texas A&M la próxima temporada.
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Petrino y Fisher hablaron a principios de diciembre sobre una posible alianza, pero nunca se materializó. Luego, Petrino se unió a Odom el 15 de diciembre.
El miércoles, Petrino le informó a Odom que se iría para unirse a Fisher y que pronto habría un anuncio, según ESPN.
Petrino, de 61 años, pasó las tres temporadas anteriores como entrenador en jefe en Missouri State, donde llegó a los playoffs dos veces. Antes de que Petrino dirigiera el programa, los Bears no habían llegado a los playoffs en 30 años.
Los antecedentes de Petrino no están exentos de controversia. En abril de 2012, los funcionarios escolares dijeron que Petrino mintió sobre un accidente de motocicleta con un empleado que contrató y con el que tenía una aventura.
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“Siempre puedo llevar eso conmigo, cómo terminó allí”, dijo Petrino a ESPN.
En su tiempo con Arkansas y Louisville, Petrino tuvo marca de 119-56. Su victoria más notable en un tazón fue en el Cotton Bowl de 2011 con Arkansas, que terminó 11-2 ese año.
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Petrino tiene trabajo que hacer con la ofensiva de Fisher, que ha promediado 22,8 puntos por partido.